Durante la época dorada del cine mexicano, las pantallas se llenaron de íconos inolvidables que marcaron generaciones. Sin embargo, entre los reflectores y la fama, también hubo figuras cuya vida personal contrastaba con el glamour del séptimo arte.
Tal fue el caso de Armando Soto La Marina, mejor conocido como “El Chicote”, un actor talentoso cuya carrera se vio constantemente ensombrecida por su carácter explosivo y su adicción al alcohol.
¿Qué papel jugó el alcohol en los constantes conflictos de “El Chicote” con colegas?
“El Chicote” compartió escenas con leyendas como Pedro Infante, Jorge Negrete y Luis Aguilar, destacando por su capacidad para robar cámara con papeles cómicos o de carácter.
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No obstante, fuera del set, su temperamento se convertía en un verdadero dolor de cabeza para directores, productores y compañeros de elenco.
Originario de Durango y con un pasado como aspirante a torero, Soto La Marina nunca perdió ese temple bravo que lo caracterizaba. Su afición al alcohol sólo potenciaba su lado más agresivo, ante la mínima provocación, ya estaba listo para pelear.
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Las historias tras bambalinas lo pintan como una figura temida, capaz de llegar a los golpes e incluso a las amenazas con armas, en pleno rodaje.
¿Por qué “El Chicote” retó a golpes a Jorge Negrete durante una filmación?
Uno de los episodios más comentados de su trayectoria fue su fuerte enfrentamiento con Jorge Negrete, con quien coincidió en varias películas del género ranchero. Aunque ambos actores brillaban en pantalla, tras cámaras la tensión era palpable y llegó a niveles extremos.
Este tipo de conductas terminaron por marginar del medio artístico a Armando Soto La Marina, dejándolo fuera de producciones importantes por un tiempo.
¿Cómo logró volver al cine después de quedar vetado por su mala conducta?
Su amor por la actuación lo llevó a luchar por una segunda oportunidad. En un acto desesperado, realizó una huelga de hambre frente a la Asociación Nacional de Actores, donde exigía volver a trabajar.
Su estrategia funcionó y aunque regresó a los sets, nunca logró desprenderse del estigma de ser “el actor problemático del Cine de Oro”.
Armando Soto La Marina es recordado como un actor con gran presencia escénica, pero también un personaje de carácter indomable. Su historia es un recordatorio de que incluso en la época más brillante del cine mexicano, también existían sombras que la fama no podía ocultar.