El cuidado de las uñas se convirtió en una parte esencial de la rutina de belleza de muchas mujeres. Ya sea por motivos laborales, para proyectar una imagen más pulida o simplemente por placer estético, las uñas postizas se han posicionado como una alternativa práctica frente a las uñas naturales frágiles o mordidas.
¿Cuál es más resistente y qué mantenimiento requieren?
En resistencia las uñas acrílicas llevan ventaja: son más duras y soportan mejor un uso intensivo de las manos (trabajo con ordenador, tareas domésticas, bricolaje ligero). Su desventaja económica aparece a largo plazo: cada 20–25 días se suele hacer un rellenado por el crecimiento de la uña natural, lo que encarece su mantenimiento.
Las uñas de gel suelen ser menos gruesas y pueden requerir ajustes cuando se nota el crecimiento; muchas usuarias necesitan “rellenar/reaplicar” con menor frecuencia o escoger retoques más rápidos. En general el gel es más económico en la colocación inicial, pero la frecuencia de visitas depende de cuánto crezca tu uña y del tipo de gel usado (soft gel vs. hard gel).
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¿Cuál es mejor para la salud de tus uñas naturales?
Ninguna técnica es completamente inocua: mucho depende de la aplicación y la retirada. Puntos clave:
- Si se retiran mal (limado agresivo, arrancado), ambas pueden dañar la lámina ungueal.
- El gel “soft” puede eliminarse con soak-off en muchos casos; las acrílicas suelen necesitar limado y remojo con acetona.
- Mantener las cutículas e hidratarlas evita infecciones y uñas quebradizas.
Si tus uñas son muy finas o frágiles, el gel puede resultar menos invasivo por su delgadez. Si buscas fuerza extra para no romperte la uña, las acrílicas son una buena opción, siempre que la aplicación sea profesional.
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El gel suele ser más barato al colocarlo por primera vez, sin embargo las acrílicas pueden salir más caras por los rellenos periódicos. Si trabajas con las manos todo el día, busca acrílico por su durabilidad; si quieres algo discreto y natural, el gel es ideal.
¿Cómo mantener las uñas perfectas?
- Hidrata uñas y cutículas con cremas o aceites regularmente.
- Usa guantes al limpiar o manipular químicos.
- Evita sumergir mucho las manos en agua y seca bien tras el lavado.
- No uses las uñas como herramientas (abrir latas, raspar).
- Renueva top coat cada 2–3 días si quieres mantener brillo y protección.
- Mantén una dieta equilibrada rica en biotina, hierro y proteínas; consulta a tu médico sobre suplementos si tienes uñas muy frágiles.
¿En qué se diferencian en apariencia y acabado?
Las uñas de gel suelen ser más delgadas y ofrecen un acabado muy natural. Si prefieres un look sutil no necesitas aplicar color: con una capa de brillo quedan impecables. Su transparencia y flexibilidad hacen que se integren mejor con la uña natural, por eso muchas las eligen para un acabado “menos artificial”.
Las uñas acrílicas tienden a verse más opacas y con volumen. Si no se les aplica color o esmaltado, pueden notarse más artificiales; no obstante, permiten crear formas más estructuradas y diseños que requieren grosor. Para manicuras muy elaboradas o puntas pronunciadas, las acrílicas suelen dar un lienzo más estable.