El consejo de las abuelas de comer un bolillo después de un susto no es solo una creencia popular; tiene bases científicas. Según Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, el estrés agudo aumenta la producción de ácido estomacal, lo que puede causar malestar. Comer un bolillo ayuda a neutralizar esta acidez y a calmar el estómago.
Mitos y verdades sobre el susto y la salud
El proceso del susto desencadena la liberación de hormonas como la adrenalina, que aumentan el ritmo cardíaco y la respiración. El bolillo, al ser rico en carbohidratos, no solo reduce la acidez, sino que también distrae al masticar, ayudando a reducir la ansiedad.
El apoyo emocional como complemento
Aunque algunos mitos afirman que un susto puede causar diabetes, la profesora Ortiz Olvera aclara que esto es falso. Incluso las personas con diabetes pueden beneficiarse de este remedio, ya que ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre después de un sobresalto.
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En conclusión, comer un bolillo tras un susto no solo alivia la acidez estomacal causada por el estrés, sino que también brinda consuelo emocional. Este simple remedio, respaldado por la ciencia y el apoyo de seres queridos, ayuda al cuerpo y la mente a recuperarse eficazmente de un sobresalto.